sábado, 28 de enero de 2017

LA ABADIA DE TELEMA

En el año 1920, Alistair Crowley decidió establecer en las proximidades de Cefalú, en Sicilia, la Abadía de Thelema, con la intención expresa de que fuese un lugar mágico de experimentación, principalmente en el ámbito de la magia sexual. Asumiendo una identidad falsa, alquiló una casa, la Villa Santa Bárbara, y las tierras colindantes. Con los discípulos que reuniese en ese lugar, formaría el núcleo inicial del Nuevo Eón que le había sido profetizado 16 años antes. Durante aquellos años, Crowley mantenía una relación con Leah Hirsig, que era tanto su amante como su colaboradora principal en las artes mágicas. Tenían un hijo en común, Hansi, y aquel mismo año Hirsig dio a luz al segundo, una niña, lo que retrasó su llegada a Sicilia. Además, Hirsig había convencido a una joven viuda, Ninette Shumway, para que fuese ayudante e incluso amante de Crowley, aunque ella se reservaba el papel de "Mujer Escarlata". Crowley y sus acompañantes femeninas restauraron la sala principal de la casa como Templo para sus prácticas mágicas, pintando sus paredes, puertas e incluso las persianas con grandes frescos, al parecer en imitación del pintor francés Paul Gauguin, a quien Crowley consideraba un precursor de Thelema. Entre las paredes decoradas del Templo se realizaron la mayor parte de las experimentaciones de Crowley durante 3 años, en las que se entregó a todo tipo de excesos con Lisa Hirsig y con su amante Ninette. Al parecer, entre las prácticas que se realizaron en la Abadía, además de ceremonias y encantamientos, hay que incluir numerosos actos de magia sexual (es decir, uso del sexo y del orgasmo como catalizadores de energías). Diversas personas visitaron la Abadía entre 1920 y 1923, algunas de ellas con la intención de quedarse y ser discípulos de Crowley. La muerte de uno de ellos, Frederick Loveday, por beber agua contaminada de un charco. Esto atrajo la atención de las autoridades italianas que expulsaron a Crowley de Sicilia. También, la prensa sensacionalista británica realizó un gran escándalo y apodaron a Crowley como "el hombre más malvado del mundo"...

domingo, 27 de marzo de 2016

DIA DE MAL VINO

Le gustaba tomarse unos vinos a mediodía, ni mas ni menos que a otros del pueblo. No bebía el que menos, pero tampoco era el que mas, pero era él solo el que tenia mal vino. En cuanto llegaba al tercer o cuarto chato, no es que se pusiera violento, no alzaba una mano, no levantaba la voz, no daba un grito. Pero en el pueblo todo el mundo lo veía con muy mal vino. A veces, por las mañanas, le duraba el mal vino de la mediodía anterior. Se notaba mareado. Una vez, incluso, perdió el conocimiento, menos mal que estaba a solas y nadie se enteró. Hace unas semanas, bajó por la mañana al pequeño olivar que tenía, para podar. Recuerda que se subió a un olivo, pero no como bajó. Si se acuerda que estaba en el suelo y que le dolía hasta el último costillar. Tampoco dijo nada a nadie para que no le dijeran que tenia un mal vino. Menos mal que le pasó en ese olivar tan suyo. Ya se veía mayor, y ese olivar iba a pasar pronto a otras manos. Al menos eso pensaba. Lo mantenía por distracción, ya no había hijo que lo pudiera recibir con ilusión, como el lo recibió de sus padres. Maldita moto… Aquel día fue el primero en el que notó que tenía mal vino. Perdió el conocimiento al segundo vino. Bueno, y a la noticia de la muerte del hijo. Hace pocos días volvió a tener un día de mal vino. Pero esa vez la caída no fue de las buenas. Se partió la cara. Ya tuvo que ir una consulta. Llamaron los familiares al médico, por lo bajini, “para que le quite usté el vino, que enseguida se marea, mire usted hoy lo que ha pasado, un día se va a quedar…. “. Cuando el médico lo examinó, fíjate como son, no le hizo ni caso a la cara partida, pero se puso muy serio. No le quitó el vino como la familia le había pedido, pero se puso muy serio. Vio sus ojos cargados de angustia y tristeza infinita, de ausencia de hijo, de falta de culpa, de sobras de años, de sobras de prejuicios. No le hizo ni caso a la cara partida, ni a esa sangre ya seca en la cara. Pero no le dejó mover hasta que lo montó en un coche y le llevaron al hospital a que le pararan ese corazón alocado que corría como loco y se paraba de súbito, a que le arreglaran el corazón partido. Un día de mal vino. M. Moro.

viernes, 2 de enero de 2015

EL SEPTENARIO

El 7 es considerado un número mágico porque se compone del sagrado número 3 y del terrenal número 4 estableciendo, así, un puente entre el cielo y la tierra. Si asociamos el número 4 a la tierra con sus cuatro elementos y sus cuatro puntos cardinales, con el sagrado número 3 que simboliza la perfección, llegamos al número 7, que representa la totalidad del universo en movimiento. El númerosiete es indudablemente de origen indo, y siempre se lo tuvo por lo mássagrado. “El número siete -dijo Hipócrates- por sus virtudes ocultas, tiende a realizar todas las cosas; es el dispensador de la vida y fuente de todos los cambios, pues incluso la Luna cambia de fase cada siete días: este número influye en todos los seres sublimes”. Se obtiene a partir del cielo, donde los siete planetas clásicos forman un todo: el septenario. El Sol, la Luna y los planetas visibles: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno. La inmensa mayoría de símbolos de siete elementos en el mundo entero derivan de este modelo celeste de las siete esferas. Hay, además, una gran concordancia entre el número 7 y el 12: como 3 y 4 suman 7, tres veces 4 hacen 12, que son los planetas y los signos derivados de la misma raíz y participan con el 3 por la divinidad y con el 4 de la naturaleza de lo inferior. Y tras esto el imaginario se desbocó: Vamos a encontrar tantas relaciones y aplicaciones del septenario (el nombre que se le da a los siete planetas clásicos en Astrología y, por extensión, a todo aquello que consta de siete elementos) que es difícil exponerlas todas. Veamos algunas: El número 7 está presente en la semana compuesta por siete días y en las fases lunares que duran siete días cada una y, a través de las cuales, surge el mes. A la simbología del 7 pertenecen, por supuesto, los grupos de los siete elementos como los siete mares del mundo, las botas de las siete leguas y los siete enanitos. En la Edad Media se conocían siete formas de arte y, desde el inicio de la humanidad, conocemos los siete milagros del mundo. Las siete columnas sobre las que se edificó Roma pertenecen al mismo tipo de simbología que las siete columnas sobre las que se construyó el Templo de la sabiduría de Salomón: en la casa de Dios sobre la tierra se unen el tres divino con el cuatro terrenal. Al igual que el principio de Hermes, “Como es abajo, es arriba, como es arriba es abajo para que perpetúe el milagro de la Unidad”, así ocurre con el siete celestial, que tiene su correspondencia en el siete terrenal y en los siete metales que -a su vez- constituyen los siete pasos del proceso alquímico. La Lira, el instrumento sagrado de Apolo, consta de siete cuerdas que originaban los tonos de los siete planetas, los cuales elevaban el espíritu del hombre. Los siete colores del arco iris también nos muestran al septenario como regulador de vibraciones. De acuerdo a Cornelio Agrippa (http://es.wikipedia.org/wiki/Enrique_Cornelio_Agripa_de_Nettesheim), los siete ángeles que asisten ante la faz de Dios son: -Para el Sol, el ángel de la Luz , Miguel. -Para la Luna, el ángel de las aspiraciones y de los sueños, Gabriel. -Para Mercurio, el ángel civilizador, Rafael. -Para Venus: el ángel del amor, Anael. -Para Marte, ángel exterminador, Samahel. -Para Júpiter, el ángel dominador, Zadkiel. -Para Saturno, el ángel de la solicitud, Zaphkiel. Los pecados (o vicios capitales) también se pueden asociar con el septenario: la soberbia al Sol, la avaricia a Saturno, lujuria a Venus, la ira Marte, la gula Júpiter, la envidia a Mercurio, la pereza a la Luna. Como contrapartida, sucede lo mismo con las siete virtudes cardinales. La dualidad del número siete aparece reflejada en la expresión bíblica “siete años de vacas flacas y siete años de vacas gordas”. Además, el 7 es frecuentemente empleado en la Biblia: en el candelabro de siete brazos, los siete espíritus reposando sobre la vara de José, los siete cielos donde habitan las órdenes angélicas y Salomón que construye el templo en siete años. El 7 y los Astros Para la Astrología, es bien conocido que el ciclo de siete suele ser un ciclo crítico por dos razones: o por el ángulo hostil que forma la Luna con el Sol cada siete días (llamados días críticos) o por el ciclo de Saturno que hace un aspecto hostil con su posición inicial cada siete años. El 7 es el número, según se ha señalado, de la finalización de un ciclo y su renovación. El séptimo día el Creador dejó de trabajar y descansó e hizo de éste un día santo: el shabat no es, por ende, su reposo exterior sino su coronación, su finalización en la perfección, y no solamente el séptimo día, el séptimo año también es de reposo. Y ya paro, pero queda mas, mucho mas: masoneria, esoterismo, astrología, teosofía...

martes, 3 de agosto de 2010

Amarrado al sofa

Fractura -luxacion de Lisfranc compleja: las 3 cuñas, escafoides y conminuta de cuboides. Una semana de hospital, y 2-3 meses sin apoyar. Cojonudo: ¡Viva el verano!. Si tengo animos seguiré escribiendo

domingo, 25 de julio de 2010

Esto empieza hoy

He estado viendo el blog de mi compañera Luisa Arellano y me ha dado mucha envidia. Así que he decidido hacer uno aprovechando la coyuntura de reposo forzado que tengo. No tengo ni idea de como configurarlo, ni de que voy a escribir. Pero ya irá saliendo poco a poco.